La Universidad de Puerto Rico recinto de Humacao se presenta en el Festival de Teatro Universitario del ICP los días 11 y 12 de mayo del 2023 en el teatro Victoria Espinosa de Santurce, ambas funciones a las 8pm. Traen a escena la obra: «O casi el alma» del laureado escritor puertorriqueño Luis Rafael Sánchez. Las funciones son por donativo y se pueden separar los espacios en www.prticket.com.
Sinopsis
Un Viernes Santo, la joven prostituta, Maggie, decide salir al cine con sus amigas de oficio. Al prepararse para salir luego de mediodía, llega a su pobre cuarto, ubicado en el Viejo San Juan, el Hombre. Este es una mezcla de payaso con clérigo. Toca la armónica. A pesar de que Maggie va de salida, el Hombre logra que ella le permita entrar al recinto. Le informa que sus amigas se han ido sin ella. Tras molestarse, Maggie inicia conversación cotidiana con su particular visita, quien le asegura saber la hora del día por el semblante de la gente en la calle. Esto abre la puerta a que él le comparta cómo pasa sus mañanas en agonía hasta las diez. A partir de ahí se dedica a observar a la gente hasta definirlas. Maggie defiende el no meterse en las vidas ajenas. Mediante opresión sicológica obliga a Maggie a definir a seres humanos desde la angustia existencial. La agota. Ella reclama su paz, pero él le confiesa que viene tiempo observándola porque él es el hijo de Dios y necesita que ella se reconozca como la nueva Magdalena. Así podrán salvar a Dios de la gente. La manipulación haya asidero en la fe sencilla de Maggie, quien accede salir a la calle y confesar que Dios vino en una nube para darle su palabra, aunque no haya sido verdad.
Unas horas más tarde Maggie regresa a su casa, donde el Hombre la espera. Mojada por la lluvia, con su ropa desgarrada por las personas que le creyeron, siente un dolor profundo ante la credulidad de toda la gente que ahora la piensa como la nueva Magdalena. El Hombre traza el plan para el día siguiente, que es aparecerse como el Hijo de Dios y fundar la nueva religión: Dios, Sociedad Anónima. Maggie se opone porque alega haber hecho todo para salvar a Dios y no a él. De forma violenta este le hace ver que ya es muy tarde. La vida de ambos se destruiría si se sabe la verdad. Logra que ella, entre agotada y aturdida, acepte. Procede a instruirla en cómo se llevará a cabo el rito religioso frente a la gente que le verificará como Hijo de Dios.
Un poco después, Maggie regresa de visitar asilos y cárceles. La casa ha sido acondicionada para reuniones. El Hombre, vestido de traje negro, la espera. Ella tiene que narrarle el trabajo realizado y entregarle el poco dinero recogido. Ya nada es igual. De la sencilla locura se ha pasado a la manipulación religiosa abierta. El Hombre se proclama Hijo de Dios y Dios a la vez, merecedor de toda la fama y riqueza correspondiente. Reprocha a Maggie no disfrutar que la haya sacado de la prostitución. Le recuerda feroz que ella es Magdalena. Sale. Entra a la casa la Señora, elegantísima. Lleva pamela. Es la presidenta del club de Damas. Un motivo frívolo la acerca a Maggie: que puedan usar su nombre para titular el club. Se llamaría Hijas de la Magdalena. Maggie cuestiona la ligereza de sus actividades caritativas. A pesar de reconocer en esta mujer la mayor falsedad y banalidad, sujeta a las amenazas del Hombre, accede a la petición. La Señora sale y llega al cuarto el Enviado. Es el cura del área. Maggie lo había citado. Quiere confesarle todo. Antes de hacerlo, el Enviado revela querer saber todo, puesto que la asistencia a la iglesia, el temor a Dios y las ofrendas han aumentado gracias a Maggie. Esta confiesa. Él la regaña por haberle creído a un loco, pero le advierte e impone que la fe de la gente va por encima de la verdad. Como una nueva Sísifo, Maggie acepta la perpetuidad de su carga social, de la cual no podrá escapar o el mundo se arruinaría.