Voces afirmativas de la cultura – Parte III

Si hay un denominador común entre las mujeres que lideran en el Instituto de Cultura Puertorriqueña, es su deseo de crear espacios de conversación para levantar conciencia sobre las necesidades de las profesiones que coinciden en la gestión cultural desde un enfoque de equidad.

Así ven el futuro del ICP en la próxima década.


Hilda Ayala, archivera general de Puerto Rico y directora interina de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico, enfatiza la necesidad de ahondar en el acopio de datos que ayuden a identificar espacios participativos:

«Podríamos hablar de estudios más profundos. Específicamente de quiénes y qué componen nuestro ecosistema cultural para asegurar que la participación de todos y todas pueda ser plena, adaptada a nuestra realidad». – Hilda Ayala

La Dra. Albeyra L. Rodríguez, directora de la Oficina de Apoyo a las Artes y directora interina de Promoción Cultural, coincide con Ayala en resaltar la importancia de siempre tomar en cuenta las voces de los gestores culturales a lo largo y a lo ancho de la isla.

“Debemos tener presente y escuchar a quienes gestan cultura desde otros espacios fuera de la agencia: centros culturales, grupos de base comunitaria, municipales y regionales. Es importante darle visibilidad y contemplarles como aliados, de esta manera se crea la fórmula ganadora para continuar resaltando las manifestaciones culturales y la identidad del pueblo puertorriqueño”. – Dra. Albeyra L. Rodríguez

Por su parte, la arqueóloga Anabel Arana Lanzas, directora del Programa de Arqueología y Etnohistoria, resalta que las labores en el ICP, además de proteger y divulgar el patrimonio cultural, abren posibilidades de estudio, análisis y afirmación identitaria.

«Me enorgullece poder trabajar para la gestión cultural del Instituto de Cultura Puertorriqueña porque, además de proteger nuestro patrimonio cultural arqueológico, me da la oportunidad de participar, analizar audiencias, evaluar y difundir proyectos culturales en pro de conservar nuestro patrimonio y mantener nuestra identidad» – Anabel Arana Lanzas

Según María del Mar Caragol, directora de Programa de Artes Plásticas, uno de los mayores logros de la actual administración ha sido el poner de punta de lanza la visibilización de la gestión cultural. Para ello, entiende imperativo recoger insumo y -a través de la data- propiciar el análisis que ofrezca información tangible que permita que otras personas también puedan generar más propuestas de valor dentro y fuera del archipiélago boricua.

«Independientemente de cuán microscópica sea la acción, termina teniendo un efecto cascada sobre la salud de la gestión cultural a grandes rasgos en el archipiélago puertorriqueño. Y aunque quizás eso ya se estaba gestionando mucho tiempo atrás, el que se haga visible hace también que nosotros tengamos otros puentes para cruzar en Puerto Rico, en islas anexas, en los puertorriqueños que viven en el Puerto Rico extendido”. – María del Mar Caragol


Con más de 28 años de labor en el ICP, Grisalibelle Martínez, directora interina de Servicios Generales, sabe que todas las administraciones traen sus proyectos dignos, a la vez que reconoce que actualmente hay un espacio fértil para actualizar y atemperar iniciativas para que sean bien acogidas por las próximas generaciones.

«Anhelo que siga atemperándose a lo moderno, a lo tecnológico, pero sin perder la esencia de lo que somos como Institución. Nuestro norte debe mantenerse en la misión y visión que nos ocupa como ente cultural, pero adaptándose a los cambios generacionales”. – Grisalibelle Martínez

Y es que la adaptabilidad se ha convertido en una fortaleza para esta agencia que ha debido superar eventos tan marcados como la entrada de la Junta de Supervisión Fiscal en el 2016 -que recorta hasta el 90% del presupuesto del ICP-, los eventos climáticos del 2017 y, más recientemente, la emergencia por el Covid-19. Aclimatarse y ser proactivos, se ha convertido en el portaestandarte de gestoras como María Del Mar Caragol, para quien hay una relación estrecha entre la calidad de espacio laboral y de vida de los empleados del ICP y la calidad de oportunidades y servicios que el instituto ofrece a las comunidades culturales de Puerto Rico.

«Cuando proactivamente tienes una propuesta que atiende las necesidades y se ajusta a la realidad, entonces puedes imaginar un ecosistema sostenible, de alto rendimiento de aquí a una década. Hay que operar desde la inteligencia y no desde la escasez. […] Pensar que cuando ya no estemos aquí se ha dejado un plan bien orquestado para que, a futuro, la tarea se pueda completar, que la maquinaria cultural siga engrasada y andando”. – María del Mar Caragol


Desde la perspectiva de Nayaret Candelario, Directora de Comunicaciones y Ayudante Especial de Dirección Ejecutiva, el futuro del ICP reclama la creación de nuevos programas y la promoción de más política pública en beneficio de sectores específicos de la cultura.

«Me gustaría ver el nacimiento de nuevos programas y la génesis de nuevas políticas públicas en apoyo a sectores específicos. Tomando como ejemplo el mundo de la danza, hay muchas compañías en Puerto Rico que me gustaría poder ayudar a agrupar bajo un programa del ICP que se encargara de identificar las necesidades y generar fondos para el desarrollo de la danza». – Nayaret Candelario


Shelimar Velázquez Rosado, directora de Recursos Humanos, reconoce que ha habido avances necesarios sobre el tema de la inclusión y entiende que el ICP tiene al respecto una responsabilidad educadora que, desde la casa de la cultura, haga del servicio público un ejemplo.

«A parte de todo lo que se nos pueda ocurrir de eventos culturales y de actividades que encaminen nuestra misión en los próximos años, me parece que es gestión cultural también la calidad de las relaciones humanas dentro del instituto. Y hay que repensar la manera en que trabajamos desde adentro para construir el país que queremos y cómo queremos que se cuente la historia. Tenemos en nuestras manos un precioso legado y es nuestra responsabilidad definir la gestión cultural puertorriqueña en la próxima década”. – Shelimar Velázquez Rosado

En esto coincide Jessabet Vivas Capó, asesora programática y directora interina del Programa de Artes Populares e Industrias Creativas, quien reconoce que el ICP ha enfrentado un proceso de pruebas en el que las mujeres han debido probarse todavía más. Por ello desearía que el legado de las líderes actuales fuera el que sus sucesoras no tuvieran que probarse tanto, que pudieran desarrollar y crear sobre la sólida zapata de sus predecesoras.

«Nos encontramos en un momento de ruptura de esquemas y también de apertura de espacios de gestión. A la misma vez ya estamos en un momento hábil para poder trabajar iniciativas de contenido y legislación que me gustaría ver implementadas. El ICP se encuentra en un momento proponente y pertinente”. – Jessabet Vivas Capó